Bueno, pues ya llegamos a casa, por ahora nos vamos a quedar en la casa de Lulú (tú abuela, mi mamá) pues yo no estoy tan bien y me duele mucho la herida de la cesarea. Pero estoy feliz, parezco mononeuronal, es decir no tengo ojos, ni oido ni ningún otro sentido pensando en otra cosa diferente que tú... Duermes, todo el día, solamente te despiertas para comer, no haces popó sino una vez al día y algunas veces día de por medio... (cuando leas esto y tengas hijos te vas a reir mucho, pues Sandra Cian, la mamá de Valentina tú madrina, nos dijo un día a tú papá y a mi que el chiste de la crianza estaba en encontrarle el punto a la mierda...y es verdad!!!!)
Yo no sé mucho, sólamente doy fe de que me enamoré de tí desde el primer momento en que nos vimos, acá vas a ver una de nuestras primeras fotos oficiales de tí y de mi como pareja...
Te canto mucho, te canto todo el día y trato de adivinar que quieres, que necesitas, es difícil porque cuando lloras siento tanta empatía que me dan ganas de llorar, pero
no puedo lo que yo quiero hacer es entender tu llanto y saber qué te pasa cuando lloras, aunque debo decirte que no lloras mucho, en realidad casi no lo haces, creo que es porque entiendo tu llanto como una forma de expresión y lo respeto así como lo hacemos (tú papá y yo) contigo todos los días, te contamos a donde llegas, te presentamos a las personas antes de que te alcen y en general te contamos todo lo que hacemos contigo.
Mas o menos así transcurre todo tu primer mes. Y yo que te adoro por todas partes!
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